El juego de cartas de la hermanastra lleva a un intercambio íntimo. ¡Qué caliente!

Después de un acalorado juego de cartas, mi hermanastra no pudo resistir las ganas de seducirme.Se dejó caer de rodillas y tomó mi polla en su boca, chupándome profundamente.Me encantó lo ansiosa que estaba por complacerme.El sabor de sus labios en mi piel me volvía loco.Pronto, ella se agachó, su culo al aire, lista para que la tomara por detrás.Hice precisamente eso, follándola duro y profundo.Sus gemidos llenaron la habitación mientras yo la cogía.Luego, ella me montó, cabalgándome al estilo vaquera, su coño apretado me apretaba mientras me cabalgaba.La vista de su hermoso cuerpo moviéndose encima de mí fue demasiado para que lo manejara.Me vine, cubriendo su culo con mi cálida y pegajosa leche.Fue el mejor sexo que he tenido con mi hermanastro.