Mi novia y yo compartimos una cama con mi madrastra para un poco de acción lésbica

Después de una ducha caliente, mi novia y yo decidimos invitar a mi madrastra a que se uniera a nosotros en la cama.Todos nos acurrucamos, nuestros cuerpos se entrelazaban en un abrazo sensual.El ambiente era espeso de deseo mientras estábamos allí, nuestras respiraciones se mezclaban en la habitación con poca luz.De repente, las manos de mis novias se aventuraron debajo de la camiseta de mi madrastro, sus dedos explorando los suaves pliegues de sus grandes y deliciosos pechos.Mi madrastro jadeaba de placer, su cuerpo se arqueaba hacia mis noviaS se tocan.Ni una para perderse la acción, me uní, mis labios se remontan a mis madrastas firmes, culo redondo.Mi novia correspondió, su lengua explorando mis pliegues húmedos, llevándome al máximo a la naturaleza de placer. .Pronto, nos perdimos en un mundo de lujuria, nuestros cuerpos moviéndose a ritmo, nuestros gemidos resonando en la tranquila sala.La línea entre nosotros se desenfocaba al darnos placer el uno con el otro, nuestro placer se intensificaba con cada roce, cada lamida.Sólo cuando nos pasamos finalmente nos separamos, nuestros cuerposentados y satisfechos, nuestros corazones entrelazados en la danza de la pasión.